PERFIL de CCE

Costa Rica

Costa Rica

ÍNDICE

Alentamos a los países a que aporten información sobre los perfiles para ayudarnos a mantenerlos precisos y actualizados. Comuníquese con el Informe GEM (education.profiles (at) unesco.org) o el Proyecto MECCE (mecce.info (at) usask.ca) para dar su opinión. Los perfiles de países también están disponibles en el sitio web de Reseñas de Mejoramiento de la Educación (PEER) del Informe GEM en education-profiles.org.

CONTEXTO

I) Contexto del cambio climático

El Banco Mundial describe a Costa Rica como “altamente vulnerable a los eventos climáticos extremos y a las amenazas naturales” debido a su ubicación geográfica y a factores económicos, incluyendo las inundaciones, sequías, tormentas e incendios forestales relacionados con el cambio climático. En su Comunicación Nacional de 2014, Costa Rica declaró que los principales efectos del cambio climático en el país son sobre el agua, la energía, las infraestructuras, la salud, la pesca y las zonas costeras, la biodiversidad y la agricultura.

La población de Costa Rica, de unos 5 millones de habitantes, vive en unos 51.060 kilómetros cuadrados. Es un país de bajas emisiones de carbono, que emitió 1,7 tCO2 por persona en 2019 según el Atlas Global del Carbono. Sin embargo, la Comunicación Nacional (2014) afirma que la expansión del sector agrícola está provocando un aumento de la deforestación y, por lo tanto, una pérdida de las reducciones de carbono que permiten los bosques en el futuro. 

Costa Rica es una Parte No incluida en el Anexo I (no industrializada) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Ratificó el Protocolo de Kioto en 2002 y el Acuerdo de París en 2016. El país aceptó la Enmienda de Doha en 2016.

Con una filosofía nacional de “Pura Vida”, Costa Rica se ha posicionado como precursor del cambio climático a nivel mundial, estableciendo una serie de ambiciosos objetivos de acción. Estas ambiciones fueron honradas en 2019, cuando el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente otorgó a Costa Rica el Premio Campeones de la Tierra (en la categoría de liderazgo político) por sus esfuerzos en la protección del medio ambiente y su compromiso en la lucha contra el cambio climático.

II) Organismos gubernamentales pertinentes

Cambio climático

La principal organización encargada de las actividades relacionadas con el cambio climático en Costa Rica es la Dirección de Cambio Climático. La Dirección forma parte del Ministerio de Ambiente y Energía y es donde se encuentra el Punto Focal Nacional de Acción para el Empoderamiento Climático (AEC) de la CMNUCC. La estructura y las funciones del Ministerio y de la Dirección están definidas en el Decreto Ejecutivo nº 35669 de 2012.

En estrecha coordinación con el Ministerio de Ambiente y Energía, el Instituto Meteorológico Nacional, el Sistema Nacional de Métrica del Cambio Climático, y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación proporcionan datos e información sobre el cambio climático. Además, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones participa en la coordinación de la investigación nacional sobre el cambio climático. Por último, la Secretaría de Planificación Sectorial de Ambiente, Energía, Mares y Ordenamiento Territorial coordina los diferentes ministerios implicados en temas de medio ambiente, energía, mares y tierra.

Educación y comunicación

Las iniciativas de educación y formación formal en Costa Rica son desarrolladas por el Ministerio de Educación Pública para las escuelas primarias y secundarias, el Consejo Nacional de Rectores para las universidades públicas, el Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada para las universidades privadas, y el Instituto Nacional de Aprendizaje para la formación técnica y profesional (EFTP). También se ofrecen otras oportunidades de educación y formación a través de socios internacionales y organizaciones no gubernamentales. La Clasificación Internacional Normalizada de la Educación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ofrece una visión general del sistema educativo del país.

El Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica coordina los presupuestos del país y la estrategia general de desarrollo para Costa Rica, incluyendo en relación con la comunicación y educación sobre el cambio climático.

III) Leyes, políticas y planes

Cambio climático

Costa Rica ha creado un sólido marco legal para las iniciativas de cambio climático al haber adoptado más de 25 decretos ejecutivos y leyes desde la ratificación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en 1994, muchos de las cuales incluyen componentes centrados en la educación. (Cabe mencionar que las estrategias y los planes nacionales desarrollados después de 2015 se ratifican mediante decretos ejecutivos).

Hasta la fecha, existen dos documentos principales de política legal que establecen los objetivos estratégicos y los planes de acción de Costa Rica para combatir el cambio climático. Aunque los documentos no se centran principalmente en la educación y la comunicación, todos incluyen componentes de educación y comunicación en sus estrategias.

La primera Estrategia Nacional de Cambio Climático del país se estableció en 2009. El documento es la base de una serie de iniciativas y decretos posteriores y está referenciado en muchos documentos posteriores. La Estrategia pide que se promueva e incluya la información sobre el cambio climático en el sistema educativo formal del país en todos los niveles académicos y en múltiples disciplinas. También pide que las escuelas, colegios y universidades desarrollen acciones específicas para ayudar a mitigar y adaptarse al cambio climático y para desarrollar los contenidos sobre el cambio climático en los currículos

En 2018, Costa Rica publicó la Política Nacional de Adaptación al Cambio Climático de Costa Rica, aprobada mediante el Decreto Ejecutivo nº 41091. Esta Política se centra en cuatro puntos focales de derechos humanos, igualdad de género, comunidades indígenas, y un enfoque integrado de adaptación a y mitigación del clima. La Política hace un llamamiento a la promoción y a la integración del cambio climático en el sistema educativo formal a lo largo del documento.

Estos dos documentos se complementan con una serie de planes concretos para alcanzar los objetivos de las políticas. Un documento importante es el Plan de Acción de la Estrategia Nacional de Cambio Climático, publicado en 2015 y aprobado por el Decreto Ejecutivo nº 39114, que incluye la educación y la comunicación sobre el cambio climático. Establece cómo Costa Rica planea alcanzar los objetivos de cambio climático establecidos en la Estrategia Nacional de Cambio Climático de 2009, y presenta pasos concretos para las acciones propuestas hasta 2021. Además, el gobierno nacional declaró en el Plan Nacional de Descarbonización (2019; adoptado oficialmente a través del Decreto Ejecutivo nº 41581) que aspiraría a tener emisiones netas cero para 2050. El Plan fue una de las razones por las que Costa Rica fue nombrada Campeón de la Tierra por el Programa para el medio Ambiente de la ONU en 2019. El Plan también es el nuevo documento de referencia para la acción contra el cambio climático junto con la Política Nacional de Adaptación al Cambio Climático de Costa Rica (2018). El Plan pone un fuerte énfasis en la educación y la cultura para alcanzar la meta de cero neto. Su mecanismo de acción es el Programa País de Carbono Neutralidad (2017).

Costa Rica también incluyó el cambio climático en su Plan Nacional de Desarrollo 2019-2022, su plan general para el futuro, que se actualiza cada tres años. La iteración más reciente del Plan pone un énfasis especial en abordar el cambio climático y sus impactos, y destaca la importancia de la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS). Fue aprobado mediante el Decreto Ejecutivo nº 41848.

En 2020, el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica también catalogó las políticas nacionales relacionadas con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 13 (Acción por el Clima), enumerando todas las que se centran en el cambio climático, incluyendo las metas y conexiones con otros Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El documento internacional más reciente que define los planes de Costa Rica para abordar el cambio climático y sus impactos es la actualización de la Contribución Nacionalmente Determinada de 2020 sobre la acción contra el cambio climático, que estuvo abierta a la consulta pública antes de su presentación a la Secretaría de la CMNUCC en 2020. La Contribución Nacionalmente Determinada consolida la integración del cambio climático en la educación formal, no formal e informal y la amplía al desarrollo de trabajadores calificados para los “empleos verdes”, beneficiando especialmente a las mujeres, los jóvenes, y las comunidades indígenas y afrodescendientes. El documento se promociona en la página web de la Dirección de Cambio Climático como un documento estratégico adicional alineado con la Política Nacional de Adaptación y el Plan de Descarbonización y establece los objetivos de emisiones futuras de Costa Rica.

Educación y comunicación

Las políticas de educación de Costa Rica que abordan el cambio climático incluyen la Ley 7235 de 1991, que prescribió la inclusión de temas ambientales en la educación formal, con el resultado de que la educación ambiental se ha incorporado a los currículos nacionales de Costa Rica. Entre las leyes y decretos posteriores que impulsaron la educación ambiental en el sector universitario se encuentra el Decreto Ejecutivo nº 36672 de 2011.

El Ministerio de Educación Pública cuenta con varios planes y currículos nacionales clave que abordan el cambio climático, incluido el Marco Curricular Nacional (2016), y varios planes de estudio de áreas temáticas.

El Plan Nacional de la Educación Superior Universitaria Estatal 2021-2025 (2020) abarca la educación superior pública e incluye referencias al cambio climático. Este documento estratégico está dirigido a las cinco universidades nacionales y es elaborado por el Consejo Nacional de Rectores.

Actualmente, Costa Rica no cuenta con leyes, políticas o planes específicos sobre la comunicación del cambio climático. Sin embargo, la necesidad de una estrategia de Acción para el Empoderamiento Climático (AEC) en materia de comunicación y educación sobre el cambio climático se destaca en la Comunicación Nacional del país de 2014 a la Secretaría de la CMNUCC, y se indica como planificada en la Contribución Nacionalmente Determinada de 2020. Se prevé que el Plan de Empoderamiento Climático, que se finalizará en 2022, desarrollará aún más este enfoque, con una fuerte participación de las comunidades indígenas y afrodescendientes.

IV) Terminología utilizada para la comunicación y educación sobre cambio climático

La mayoría de los documentos específicos de Costa Rica sobre el cambio climático, incluyendo la Comunicación Nacional a la Secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) (2014), se refieren a la comunicación y educación sobre el cambio climático en términos de “sensibilización pública, educación y cambio cultural”, que a veces se discuten en relación con la “educación para el desarrollo sostenible” o la “educación ambiental”.

En sus informes a la ONU sobre la comunicación y educación sobre el cambio climático, Costa Rica ha adoptado el lenguaje de la CMNUCC de la Acción para el Empoderamiento Climático (AEC). Por ejemplo, en la Contribución Nacionalmente Determinada de 2020 se afirma que “Costa Rica se compromete a promover el empoderamiento de la sociedad civil, los sectores público y privado, y la academia en materia de cambio climático para que se apropien de la acción climática y puedan liderar desde sus espacios de acción” (pág. 46).

En los materiales específicamente de educación, Costa Rica ha tendido a utilizar la terminología de “medio ambiente” (por ejemplo, la Ley 723 de 1991), o más recientemente de “desarrollo sostenible”. Por ejemplo, el Marco Curricular Nacional de 2016 utiliza la definición del Informe Brundtland (1987), destacando el papel de la educación en el avance de “un desarrollo que satisfaga las necesidades de la generación actual, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades” (s.f.). 

V) Presupuesto para la comunicación y educación sobre el cambio climático

El Plan de Acción de la Estrategia Nacional de Cambio Climático (2014) proporciona la estimación más concreta del presupuesto asignado a la comunicación y educación sobre el cambio climático, indicando que se asignan 8.325.000 dólares para actividades que son parte del eje de sensibilización pública, educación y cambio cultural. Sin embargo, no hay información disponible públicamente para confirmar el gasto en esta área, ya que fue presupuestado en el Plan de Acción de 2014.

La Contribución Nacionalmente Determinada del país de 2020 señala la necesidad de seguir desarrollando recursos para apoyar la comunicación y educación sobre el cambio climático en el país.

EDUCACIÓN Y FORMACIÓN SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL PAÍS

I) El cambio climático en la educación preescolar, primaria y secundaria

El cambio climático no es actualmente un tema específico en el currículo de preescolar de Costa Rica (2014), pero hay un fuerte enfoque en temas ambientales, de sostenibilidad y biodiversidad. Una descripción de los tipos de palabras clave relacionadas con el cambio climático que se discuten en los currículos se puede encontrar en la sección de Seguimiento del Proyecto MECCE de este perfil. Por ejemplo, el texto curricular señala que: 

“La formación ecológica permite entender que el medio ambiente integra la sensación de experiencias que promueven la conciencia, el respeto a la biodiversidad, el amor a la naturaleza, así como la interdependencia que existe entre lo sociocultural, lo económico y lo natural. Para lograrlo en la Educación Preescolar, se sensibiliza hacia un desarrollo sostenible que armonice con la conservación del medio ambiente.”

– Programa de Estudio EDUCACIÓN PREESCOLAR, 2014, pág. 15

El cambio climático forma parte del currículo de la educación primaria y secundaria costarricense y actualmente se enseña en gran medida en el cuarto año de la educación primaria, en las Ciencias y en la Educación Cívica.

Un análisis detallado de las referencias al cambio climático en el Marco Curricular Nacional de 2016 encontró un énfasis en la necesidad de equilibrar los intereses socioculturales y ambientales, haciendo hincapié en los límites de la tierra. El Marco abarca nueve áreas de influencia humana en el medio ambiente, siendo el cambio climático una de ellas. El Marco también hace hincapié en el aprendizaje holístico y transformador en relación con el enfoque más amplio del desarrollo sostenible y el tema relacionado de la ciudadanía mundial. Por ejemplo:

“1. En los contenidos para el aprendizaje: [La Educación para el Desarrollo Sostenible] implica considerar temas críticos, como el cambio climático, la biodiversidad, la reducción del riesgo de desastres, la producción y el consumo sostenibles, entre otros, para incorporarlos en el desarrollo del currículo.

2. En los resultados de aprendizaje: se espera fortalecer procesos de aprendizaje estimulantes que promuevan el desarrollo de competencias fundamentales para el desarrollo sostenible, como el pensamiento crítico y sistémico, la toma de decisiones colaborativas y el desarrollo de una ética que implique asumir la responsabilidad del desarrollo del presente sin perder de vista las necesidades de las generaciones futuras.

3. En la transformación social: implica empoderar a cada estudiante, en cada grupo de edad y en todos los entornos educativos, para la transformación de sí mismos y de la sociedad en la que viven; fortalecer la transición hacia economías y sociedades verdes con estilos de vida sostenibles y empoderar a todos para que se consideren “ciudadanos mundiales”.”

– Marco Curricular Nacional, 2016, págs. 16-17, n.p.

En el Programa de Estudios de Ciencias de Costa Rica (2016) para la educación primaria y secundaria, las referencias al cambio climático se encuentran a lo largo de los temas centrales del currículo:

“I. Seres vivos en ambientes saludables, como resultado de la interacción de aspectos biológicos, socioculturales y ambientales.

II. Uso sostenible de la energía y los materiales, para la preservación y protección de los recursos del planeta.

III. Interrelaciones entre las actividades realizadas por los seres humanos a nivel local y global con la integridad del Planeta Tierra y su relación con el Universo. “

– Programa de Estudios de Ciencias, 2016, págs. 40-41

El Programa de Estudios de Ciencias Sociales y Educación Cívica (2013) destaca la necesidad de que los estudiantes entiendan su propio comportamiento, sus impactos en la naturaleza y en otras personas que viven en diferentes condiciones socioeconómicas, y las consecuencias para el medio ambiente. Se aborda el clima, pero el cambio climático no se menciona directamente.

Más allá de estos ejemplos, hay pocas iniciativas nacionales evidentes para incluir el cambio climático en la educación primaria y secundaria en el país. En 2015, la Secretaría de Educación Pública lanzó un Programa Integrado de Educación para el Desarrollo Sostenible y la Gestión Ambiental Institucional, que hace referencia al cambio climático solo una vez, pero destaca la necesidad de combatir la crisis ecológica global. El programa se basa en los principios de la Educación para el Desarrollo Sostenible y tiene como objetivo incorporar los principios de sostenibilidad en las escuelas y hacerlos accesibles a maestros y alumnos.

Además, el Programa Bandera Azul, una organización privada apoyada por el gobierno, proporciona una certificación ecológica y apoya a las organizaciones para que sean más respetuosas con el medio ambiente. Cuenta con un programa especial para centros educativos que apoya a las escuelas en sus esfuerzos por ser neutras en carbono, realizando evaluaciones y ayudándolas a desarrollar planes de acción específicos. El programa, aunque pretende un enfoque holístico, se centra sobre todo en las infraestructuras escolares.

La última Comunicación Nacional de Costa Rica (2014) destacaba la importancia de la educación para el cambio climático, si bien subrayaba que la mayoría de las iniciativas seguían siendo selectivas y que era necesaria una estrategia más sistemática para incluir el cambio climático en la educación y la comunicación.

Los nuevos planes esbozados en la Contribución Nacionalmente Determinada (2020) sugieren un mayor enfoque en el cambio climático en el currículo nacional en el futuro, y señalan los planes del país para desarrollar una estrategia nacional de aprendizaje sobre el cambio climático.

II) El cambio climático en la formación docente y los recursos didácticos

En esta revisión no se identificó mucha información relacionada con la formación en cambio climático para docentes. En general, la formación docente en Costa Rica no es una disciplina específica en las universidades, sino que las personas que desean ser docentes estudian una materia y después asisten a un curso de pedagogía no obligatorio. Este curso de pedagogía no es un requisito estándar en todas las escuelas y la calidad de la enseñanza puede variar mucho. Un estudio de 2017 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señaló que, aunque la asistencia a la escuela es alta en Costa Rica y los resultados del aprendizaje son evidentes, hay poco apoyo y material disponible para ayudar a los docentes, así como pocos estándares profesionales. La falta de formación y apoyo docente fue descrita en este estudio como uno de los mayores problemas del sistema educativo costarricense, aunque el estudio señala que el país está haciendo mejoras en este ámbito. La necesidad de aumentar los recursos de los docentes también se refleja en la falta de material de apoyo en el área de la educación sobre el cambio climático disponible en el momento de la recopilación de datos.

La Universidad de Costa Rica es la única universidad pública que ofrece títulos y licenciaturas (título de 5 años, típico en América Latina) en ciencias de la educación. Ninguno de los planes de estudio actuales en ciencias de la educación incluye el cambio climático.

La Universidad Técnica Nacional de Costa Rica, junto con la Universidad Técnica de Panamá, ofreció por primera vez en 2020 un curso en línea para docentes universitarios sobre el cambio climático. En el primer curso participaron más de 60 docentes, lo que la Universidad Técnica Nacional estima que beneficiará a 1.500 estudiantes. El curso cuenta con el apoyo, por parte de Costa Rica, del Ministerio de Ambiente y Energía y del Sistema Nacional de Áreas de Conservación.

Ante la necesidad de brindar un mejor apoyo a los docentes y educadores para que integren el desarrollo sostenible y las consideraciones ambientales de manera más amplia, el Ministerio de Educación Pública desarrolló un sitio web para albergar recursos didácticos para el cambio climático, aunque la mayoría de los recursos datan de 2013 o antes. El Ministerio también desarrolló el Programa Integrado de Educación para el Desarrollo Sostenible y la Gestión Ambiental Institucional, para el cual el cambio climático es un área de aprendizaje clave, y para el cual se propone un programa de formación docente en Educación para el Desarrollo Sustentable.

Los documentos estratégicos sobre el clima del país destacan un enfoque en el apoyo docente. La Estrategia Nacional de Cambio Climático ha puesto un énfasis específico en la formación de docentes y profesionales, haciendo un llamado a la “elaboración y distribución de materiales educativos para docentes y estudiantes sobre el cambio climático y sus efectos, en los centros educativos del país” y a “capacitar a asesores y docentes del Ministerio de Educación Pública (MEP) sobre el cambio climático y sus efectos” (2009, pág. 72). El Plan Nacional de Descarbonización (2018) también señala la importancia de las oportunidades de formación para los maestros para promover una mayor aceptación de las alternativas de neutralidad de carbono en toda Costa Rica.

La autoevaluación nacional y el establecimiento de metas del país en los documentos presentados a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) solo hacen referencia a la formación docente una vez en la Comunicación Nacional de 2014 y ninguna en la Contribución Nacionalmente Determinada de 2020.

III) El cambio climático en las instituciones de educación superior

El Plan Nacional de la Educación Superior Universitaria Estatal 2021-2025 (2020) de Costa Rica está dirigido a las cinco universidades públicas nacionales y fue elaborado por el Consejo Nacional de Rectores. El documento otorga gran importancia al papel de las instituciones de educación superior en las acciones que promueven la descarbonización, la adaptación, la transformación y el desarrollo sostenible. El Plan sitúa la acción sobre el cambio climático en el contexto de asegurar que “las generaciones presentes alcancen sus objetivos de existencia y productividad sin comprometer a las generaciones futuras de la humanidad” (pág. 91). El Plan también reivindica la revisión de al menos el 25% de los programas de estudios de la enseñanza superior para incluir temas relacionados con el desarrollo sostenible, incluido el cambio climático.

De las cinco universidades públicas, los cursos relacionados con el cambio climático eran escasos en el momento de realizar esta revisión. La Universidad de Costa Rica ofrecía un curso (en ingeniería de biosistemas) específicamente sobre el cambio climático. La Universidad Nacional de Costa Rica ofrecía cuatro cursos: uno de ciencias forestales, uno de geografía, uno de economía política, y uno de relaciones internacionales. La Universidad Técnica de Costa Rica ofrecía una serie de cursos relacionados con el cambio climático, como el de ingeniería ambiental, pero ningún curso específico sobre el cambio climático. La Universidad Estatal de Educación a Distancia no tenía ningún curso que incluyera el cambio climático. La última universidad pública, la Universidad Técnica Nacional, tampoco tenía cursos específicos sobre el cambio climático en sus materias.

La red de educación superior Redies (Red Costarricense de Instituciones Educativas Sostenibles) es un grupo de 18 instituciones de educación superior (principalmente) comprometidas a aumentar la sostenibilidad de sus instituciones. Han desarrollado indicadores para medir este objetivo, incluyendo la reducción de las emisiones de carbono y la organización de eventos sobre el tema del cambio climático y las universidades.

En lo que refiere a la autoevaluación y a establecer metas en esta área, la Comunicación Nacional del país (2014) destaca los esfuerzos que han realizado las instituciones de educación superior para promover la necesidad de abordar el cambio climático ante los sectores público, industrial y agrícola. La Comunicación Nacional menciona a las universidades en múltiples ocasiones y destaca su importancia a la hora de informar al público y educar a la próxima generación sobre el cambio climático. La Comunicación indica que un gran número de las 59 universidades de Costa Rica, incluidas las 5 universidades públicas, han adoptado un enfoque sobre el cambio climático a través de cursos y certificaciones específicas. Además, la Comunicación señala que las cinco universidades nacionales (públicas) y un pequeño número de universidades privadas internacionales cuentan con instituciones de investigación relacionadas con el cambio climático, que son financiadas por el gobierno y que regularmente proporcionan información al público sobre el cambio climático.

La Contribución Nacionalmente Determinada de 2020 se elaboró en estrecha colaboración con la Universidad de Costa Rica, la mayor y más prestigiosa del país. En la Contribución Nacionalmente Determinada, Costa Rica se compromete a crear un proceso para que todas las universidades incluyan el cambio climático en sus programas y ofrezcan formación para que los alumnos adquieran las habilidades necesarias para los empleos verdes. 

IV) El cambio climático en la formación y el aprendizaje de adultos

Las oportunidades de formación y aprendizaje de adultos sobre el cambio climático son cada vez más visibles en Costa Rica, aunque los datos nacionales sobre su disponibilidad y aceptación actuales son escasos y se incluyen principalmente en los documentos de planificación prospectivos, como la Contribución Nacionalmente Determinada(2020).

El Plan de Acción de la Estrategia Nacional de Cambio Climático (2015) destaca la importancia de las iniciativas de formación en materia de cambio climático y reivindica la creación de un centro de formación (Centro Nacional de Eficiencia Energética) que se encargaría de formar a los profesionales en el uso eficiente de la energía. No hay información disponible sobre el progreso de la creación de este centro.

La Política Nacional de Producción y Consumo Sostenible 2018-2030 (2018), publicada por el Ministerio de Ambiente y Energía, el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica y el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto pone un fuerte énfasis en la capacitación para empleos verdes que ayuden a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, limitar el consumo de energía y contribuir a la adaptación climática. Por ejemplo, la política hace hincapié en la formación para “la gestión del conocimiento sobre los efectos del cambio climático, los servicios climáticos y el desarrollo de capacidades locales e institucionales” (pág. 24).

En su Plan Estratégico 2019-2025 (2018), el Instituto Nacional de Aprendizaje, que es la principal organización de Costa Rica para la educación y formación técnica y profesional (EFTP), destaca la importancia de trabajar de manera respetuosa con el medio ambiente, con un enfoque especial en evitar las emisiones de carbono y los contaminantes. Los Institutos Profesionales de Educación Comunitaria y los Centros Integrados de Educación de Adultos son otros dos proveedores gubernamentales de educación para adultos. Los dos institutos, regidos por el Ministerio de Educación Pública, se centran en el trabajo con jóvenes y adultos que no terminaron la educación primaria o secundaria. En el momento de realizar esta revisión, no existían cursos sobre el cambio climático, sin embargo, se ofrecían cursos de ecoturismo.

La Política Nacional de Adaptación de Costa Rica (2018) también señala la necesidad de formar a los funcionarios del gobierno local en instituciones clave y de organizar programas de desarrollo de capacidades para las comunidades propensas a enfrentar emergencias climáticas. Un ejemplo de capacitación es el proyecto Aula Virtual para el Cambio Climático, financiado por el Fondo Verde para el Clima, desarrollado por el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal y la Dirección de Cambio Climático, y apoyado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. El proyecto pretende aumentar la resiliencia climática del personal de los gobiernos regionales y los municipios reforzando sus conocimientos sobre el cambio climático. Las ampliaciones previstas incluyen un sitio web para ayudar a llegar y formar a más personas. Esto forma parte de un proyecto más amplio que se extenderá en los próximos años llamado Plan – A: Territorios Resilientes ante el Cambio Climático.

La formación y el desarrollo de capacidades no se mencionan con regularidad en los documentos oficiales de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) del país. La Comunicación Nacional de Costa Rica (2014) destaca los esfuerzos coordinados por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación para capacitar a los periodistas en el tema del cambio climático y en la presentación efectiva de informes en esta área.

La última Contribución Nacionalmente Determinada (2020) se refiere al desarrollo de capacidades en materia de cambio climático tres veces y a la formación dos veces, incluyendo en relación con los empleos verdes y con poblaciones específicas “excluidas históricamente del sector laboral”. En él se afirma:

“Durante el período de implementación de esta contribución, el país desarrollará programas de formación específicos para mujeres, jóvenes, grupos afrodescendientes e indígenas, y otros grupos históricamente excluidos del sector laboral, con el fin de facilitar el acceso a los empleos verdes, incluyendo áreas como la de las energías renovables, la agricultura regenerativa y de precisión, la construcción sostenible y la recuperación de activos valiosos, en las que suelen estar sub-representados. “

– Contribución Nacionalmente Determinada, 2020, pág. 49

Esto demuestra que en el futuro es muy probable que se disponga de más información sobre la formación en materia de cambio climático en el país.

COMUNICACIÓN SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL PAÍS

I) Cambio climático y sensibilización pública

La mayoría de las políticas climáticas nacionales de Costa Rica mencionan campañas de sensibilización pública (por ejemplo, el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2015-2021, 2015; la Política Nacional de Biodiversidad 2015-2030, 2015; la Política Nacional de Gestión del Riesgo 2016-2030, 2015; la Política Nacional de Producción y Consumo Sostenible 2018-2030, 2018; el Plan Nacional de Desarrollo, 2019). El Plan de Acción de la Estrategia Nacional de Cambio Climático de Costa Rica (2014) ha presupuestado 8.325.000 dólares para sensibilizar a la población sobre el cambio climático.

La Comunicación Nacional del país (2014) presenta varios ejemplos de por qué es tan importante aumentar la conciencia pública. Por ejemplo, afirma que “Se requieren programas de sensibilización en el sistema educativo y en la prensa, para influir en el consumidor y crear un mercado interno que premie los productos de la producción sostenible” (2014, pág. 101). También ha habido campañas y esfuerzos para aumentar la conciencia climática entre poblaciones específicas en Costa Rica, desde aquellas comunidades más vulnerables a los impactos del cambio climático hasta aquellas consideradas como guardianes clave para un cambio de comportamiento más amplio o la sensibilización. Por ejemplo, el país informa en su Comunicación Nacional que ha puesto en marcha campañas de sensibilización sobre la adaptación al clima dirigidas a poblaciones rurales, cuya proximidad al mar las hace más vulnerables a las tormentas tropicales intensificadas por el cambio climático. Otro programa se ha centrado en la sensibilización sobre las técnicas de ahorro de energía en el hogar, ya que esta área se considera importante para la transferencia intergeneracional de conocimientos sobre los comportamientos proambientales.

Tanto la Comunicación Nacional como la Informe Nacional Voluntario (2020) describen una serie de microprogramas sobre el cambio climático emitidos por radio, cine y televisión. Los programas abordaron una serie de temas, como las primeras acciones y estrategias de adaptación al clima adoptadas por la sociedad civil, las empresas y otros segmentos de la sociedad para lograr la neutralidad de carbono. También se han realizado campañas centradas en la educación de los ciudadanos sobre los buenos hábitos de conducción y los beneficios medioambientales del uso del transporte público, el uso eficiente del agua y la energía, y el consumo y la producción responsables.

La Contribución Nacionalmente Determinada (2020) establece planes ambiciosos para sensibilizar a la población costarricense sobre el cambio climático y sus efectos. El documento señala que el país pretende desarrollar una estrategia para potenciar la acción climática, que estará dirigida a toda la población, incluidos los pueblos indígenas y los responsables políticos, y que se ofrecerá hasta 2022.

II) Cambio climático y acceso público a la información

Un número creciente de iniciativas de comunicación sobre el cambio climático en Costa Rica apoyan la capacidad del público para encontrar más información sobre el cambio climático y sus impactos. Gran parte de esta información está disponible de forma gratuita en las páginas web de varios ministerios e instituciones de investigación costarricenses financiadas por el gobierno.

Por ejemplo, la Dirección de Cambio Climático tiene un sitio web dedicado a informar al público sobre las iniciativas y acciones relacionadas con el cambio climático. El Instituto Meteorológico Nacional, el Sistema Nacional de Métrica de Cambio Climático y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación cuentan con sitios web de información sobre el cambio climático, incluyendo una “plataforma de conocimiento”. Cada una de esas instituciones recopila datos sobre el estado del cambio climático en Costa Rica. El Sistema Nacional de Información Ambiental también alberga datos de libre acceso sobre el cambio climático.

El gobierno también elabora guías para informar al público en general sobre el uso eficiente de la energía, que a menudo se distribuyen junto con campañas y talleres de sensibilización pública.

Entre los ejemplos de iniciativas clave a nivel nacional se encuentra una iniciativa de la Dirección de Cambio Climático que ha publicado varios vídeos destinados a aumentar la “alfabetización científica y tecnológica” del público en general. La iniciativa pretende fomentar una mayor toma de decisiones y comportamientos favorables al medio ambiente, incluyendo en relación con el cambio climático. Otras iniciativas pretenden advertir al público sobre el cambio climático y sus efectos, como es el caso de la Política Nacional de Gestión del Riesgo 2016-2030 (2015), publicada por la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias.

Las redes sociales se utilizan ampliamente en Costa Rica para acceder a la información, y todos los ministerios y organismos pertinentes tienen páginas de Facebook y (en menor medida) cuentas de Instagram donde informan al público sobre sus iniciativas.

Costa Rica también se esfuerza por facilitar información sobre el respeto al medio ambiente de los productos de consumo. Por ejemplo, el Plan de Acción de la Estrategia Nacional de Cambio Climático (2014) incluye un enfoque para informar al público sobre los productos que son neutros en carbono. Esto se consigue a través de una campaña de “ecoetiquetado” que etiqueta los productos neutros en carbono y ayuda a distribuir estos productos ampliamente.

La Contribución Nacionalmente Determinada (2020) informa de la intención del país de establecer un sistema de datos abiertos para que la información sobre el cambio climático sea accesible para todos.

III) Cambio climático y participación pública

Costa Rica ha creado varios mecanismos de participación pública a nivel nacional a través de su Estrategia Nacional de Cambio Climático (2009), todos los cuales involucran al público en los procesos de toma de decisiones para el cambio climático. Estos mecanismos están actualmente en funcionamiento y son utilizados por el gobierno y el público.

Por ejemplo, el Consejo Científico de Cambio Climático es un órgano independiente y consultivo formado por académicos, investigadores y expertos que el país considera un mecanismo clave para la participación pública del mundo académico en la acción climática. Creado por Decreto Ejecutivo (nº 40615), el Consejo Científico está adscrito a la Dirección de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente y Energía. Su función es asesorar al Gobierno de Costa Rica en materia de investigación científica y desarrollo tecnológico en el ámbito del cambio climático.

Otra iniciativa clave a nivel nacional, el Consejo Consultivo Ciudadano de Cambio Climático, es una plataforma de participación ciudadana que busca fortalecer la rendición de cuentas, así como la provisión y el acceso a la información. Como parte de la política de gobierno abierto del país, el Consejo Ciudadano actúa como puente entre el gobierno y los ciudadanos para aumentar la sensibilización y la participación en materia de cambio climático. El Consejo desempeñó un papel en la facilitación del proceso de consulta de la Contribución Nacionalmente Determinada de 2020.

Otra iniciativa de participación pública, el Sistema Integrado de Tramitación y Atención de Denuncias Ambientales, fue creado por varios organismos del sector ambiental. El Sistema Integrado funciona como un mecanismo oficial de denuncia y gestión de la información en Costa Rica. Se utiliza tanto para presentar denuncias ambientales como para apoyar la toma de decisiones, la evaluación y el seguimiento del cumplimiento de las denuncias ambientales.

Además de los mecanismos oficiales mencionados, un gran número de organizaciones de la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales (ONG) nacionales e internacionales, el sector privado, y otras organizaciones también apoyan la participación pública en la comunicación y la toma de decisiones sobre el cambio climático en Costa Rica. Por ejemplo, el proyecto Próxima Temporada del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo anima a artistas a participar en el discurso público sobre el cambio climático creando arte al dialogar con la ciencia. Además de formar parte de una exposición del museo, el proyecto ofrece a los artistas una ayuda económica de hasta 16.000 dólares para participar en esta actividad de comunicación sobre el cambio climático.

Varias asociaciones público-privadas están desempeñando un papel importante a la hora de facilitar la participación pública en la toma de decisiones sobre el clima. La Política Nacional de Producción y Consumo Sostenible 2018-2030 (2018) menciona las asociaciones como necesarias para la adopción exitosa de una amplia gama de esfuerzos por involucrar al público, incluyendo para los empleos verdes y para crear “eco-competitividad” entre las empresas. Un ejemplo del sector de las ONG es la Fundación Fundecooperación para el Desarrollo Sostenible. Esta ONG es un actor fundamental en la implementación de muchas iniciativas gubernamentales a través de asociaciones activas con el gobierno, incluyendo brindar apoyo al gobierno en la participación del público en los procesos de toma de decisiones sobre el clima.

En la autoevaluación sobre las acciones pasadas, el Informe Nacional Voluntario de Costa Rica (2020) destaca una exitosa serie de mesas redondas de diálogo sobre el clima en las que participaron al menos 130 instituciones financieras, compañías de seguros, organizaciones de apoyo, ministerios y otros actores.

En lo que refiere al establecimiento de objetivos futuros, tanto la Política Nacional de Adaptación (2018) como la Contribución Nacionalmente Determinada (2020) hacen especial hincapié en garantizar que las futuras políticas y acciones relacionadas con el clima sean participativas e inclusivas, especialmente para las personas con discapacidad, los jóvenes, los adultos mayores y otras poblaciones vulnerables al cambio climático.

SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN

I) Seguimiento del país

Actualmente, no existe ningún organismo o entidad que se encargue del seguimiento de la comunicación y educación sobre el cambio climático en Costa Rica. Sin embargo, varias organizaciones e iniciativas cumplen una función relacionada.

A nivel nacional, el Ministerio de Ambiente y Energía, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación y la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional publicaron en 2017 un informe resumido sobre el conocimiento ambiental, a partir de los datos de un estudio realizado en 2014 por la Universidad de Costa Rica y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Este informe sugiere que la mayoría de los costarricenses (79%) conoce el cambio climático y sus causas y el 70% entiende que el ser humano es la principal causa. 

El Secretaría de Planificación Sectorial de Ambiente, Energía, Mares y Ordenamiento Territorial ha sido posicionada por la Política Nacional de Adaptación (2018) como la máxima instancia de coordinación para la ejecución del Plan. Además, se encarga de publicar un informe de progreso cada cuatro años, el primero de ellos en 2022, sobre la ejecución del Plan, con un enfoque previsto en la comunicación y educación sobre el cambio climático.

El Instituto Nacional de Estadística es el principal organismo de recursos estadísticos que hace un seguimiento del progreso de Costa Rica hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y recopila otros datos relevantes relacionados con la educación sobre el cambio climático. Según el Instituto, Costa Rica ha incluido temas relacionados con los indicadores del ODS 4.7 (educación para la sostenibilidad) y 13.3 (educación sobre el cambio climático) en el currículo de las escuelas, la formación docente, y la evaluación de los estudiantes. Sin embargo, el Instituto subraya que la inclusión de un tema en una política no garantiza su aplicación. El Instituto indica que sus herramientas de medición no permiten controlar el grado de aplicación de los temas en la práctica. Además, aclaran que medir el grado de inclusión de los ODS 4.7 y 13.3 en los currículos está fuera del alcance del análisis que actualmente realiza la Ministerio de Educación Pública, del cual el Instituto extrae datos relevantes.

El Programa País de Carbono Neutralidad (2017), que pretende que Costa Rica sea carbono neutral para el año 2050, tiene una subcategoría especial para que los centros educativos midan su huella de carbono. El Programa pretende medir la eficacia de los centros educativos y, al mismo tiempo, sensibilizar a la población estudiantil sobre el cambio climático. El Programa incluye un sistema de reconocimiento que permite certificar a los centros educativos para fomentar su participación cada tres años. La Dirección de Cambio Climático es el principal organismo encargado de supervisar este programa.

Costa Rica también participa en evaluaciones internacionales de aprendizaje estandarizadas como el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), que recopila datos relevantes para la educación en materia de cambio climático. Según el Estudio Mundial de Competencias PISA 2018, los estudiantes de Costa Rica se encuentran entre los que tienen los niveles más altos de involucramiento con temas globales, un indicador que incluye el conocimiento cognitivo sobre el cambio climático.

Costa Rica afirma en su Contribución Nacionalmente Determinada (2020) que planea establecer un sistema de monitoreo relevante para la Contribución Nacionalmente Determinada, la Política Nacional de Adaptación (2018), el Plan Nacional de Descarbonización (2019), y otras políticas para el 2022. Además, afirma que Costa Rica tiene la intención de establecer indicadores para el seguimiento de si las comunidades marginadas están incluidas en los procesos de formulación de políticas sobre el cambio climático y pretende mejorar su estrategia de información sobre el cambio climático para garantizar que todos tengan acceso a ella.

II) Seguimiento del proyecto MECCE

El Proyecto de Seguimiento y Evaluación de la Comunicación y Educación Climática (MECCE, por sus siglas en inglés) examinó el Plan Sectorial de Educación (PSE) de 2015 de Costa Rica y su Marco Curricular Nacional (MCN) de 2016 para encontrar referencias al “cambio climático”, la “sostenibilidad”, la “biodiversidad” y el “medio ambiente”.

El cambio climático no se menciona en el Plan Sectorial de Educación(PSE) de 2015 de Costa Rica, que sí hace hincapié en la inclusión de la educación ambiental en los currículos de las escuelas primarias y secundarias. El cambio climático se menciona específicamente en el Marco Curricular Nacional (MCN) de 2016, que también hace referencia a la educación para el desarrollo sostenible y la educación ambiental. El MCN menciona el “cambio climático” nueve veces y el “calentamiento global” una vez.

El gráfico 1 destaca la distribución de las referencias al cambio climático en relación con las de la educación para el desarrollo sostenible y la educación ambiental en el MNC y el PSE de Costa Rica, incluyendo un total de 153 referencias.

El Plan Nacional de la Educación Superior Universitaria Estatal 2021-2025 (2020) menciona 11 veces “cambio climático”, 69 veces “sostenibilidad” y 8 veces “medio ambiente”.

Otros documentos estratégicos de educación y comunicación que pueden incluir el cambio climático, por ejemplo para la educación técnica o la educación de adultos, no están actualmente disponibles públicamente.

Esta sección se actualizará a medida que se desarrolle el proyecto MECCE.